Día 18

Cosas de viajar en bicicleta, los planes van cambiando. Creo que algún día tendré que volver a Eslovenia a dar las gracias otra vez a los Bosnios que me invitaron al café y me ayudaron a decidir venir a este país. No tenia pensado venir y ahora no me apetece irme. Me ha sorprendido para bien. Bosnia es un bonito país, al igual que la los bosnios, buena gente. Yo he ido rodando pegado a la frontera con Croacia. Montañas y mas montañas con los picos nevados. Hago una media de unos 13 km/h al día, es exigente, pero bien merece la pena por los paisajes con los que uno es recompensado. Las noches también son exigentes, el primer día abrí el ojo a ese de las cuatro de la mañana, miré el termómetro y marcaba -3 grados bajo cero. Tuve que dormir con la sudadera puesta. Voy por carreteras con poco tráfico, paso por pueblos donde todavía se ve lo que deja una guerra a su paso, y donde no hay ni donde comprar, ni donde comer, aunque las veces que me ha pasado o me han invitado a un café, o me han preparado un buen sándwich. Y aquí estoy, en Mostar, bonita ciudad. Donde voy a pasar la noche y no se si mañana también quedarme, que han sido bastantes puertos estos días atrás y mis piernas están cansadas.