martes, 7 de abril de 2015

Día 2

La salida de Pisa como cualquier otra ciudad no fue fácil, estaba contento de empezar y de ir recordando sitios por los que pase dos años atrás. Paré en supermercado a comprar un poco de fruta y me dije, Carlos deberíamos llenar la despensa para quitárnoslo de encima.. Naaa, mejor mas tarde y así hacemos unos cuantos kilómetros más ligeros... Error, fue el último sitio abierto que vi en todo el día, ayer era fiesta y estaba todo cerrado, incluso los bares. Al final del día cúando  ya no tenia ni fuerzas para desmayarme encontré un establecimiento abierto, boquiabierta se quedó la dependienta cuando vio el bocadillo de barra entera que me iba a comer. Bueno, me dejé un poco para el desayuno :). Hoy ha sido un duro, muy duro. Los primeros 45 kilómetros han sido casi todos de subida, unas rampas durísimas, alguna del 22%, y un aire que a veces ha estado apunto de tirarme de la bicicleta. Pero bueno, todo se pasa, y después de 45 de subida han venido 30 de bajada hasta la casa de Matteo que me va acoger por esta noche. Solo por ver la puesta de sol desde la colina en la que vive con una bebida típica de la zona ya ha merecido la pena sufrir en las rampas con el aire esta mañana.




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