lunes, 13 de julio de 2015

Día 99

Antes de llegar a Tbilisi me enteré del Middle east Rainbow Gathering. Cuando llegué a Tbilisi no había señales de mi número de referencia, así que para hacer tiempo me fui al Rainbow Gathering, en Armenia. Me despedí de Dario y volví a rodar sólo. Hubo un grupo de mujeres que me hizo parar para invitarme a Té, era la primera vez en Georgia que no me ofrecían alcohol, desde Turquía nunca le digo que no a un Té, así que gustosamente acepté, de paso me llenaron la alforja de tomates y pepinos, y la tripa de sandia!!!! Eran de Azerbaijan. Me despedí y seguí rumbo hacia la frontera, 10 km antes vi a dos personas con mochilas grandes, caminando por la carretera, pensé que eran los típicos que van viajando en autoestop, pero no. Un pareja, el francés y ella rumana, llevan andando desde Francia y van hacia China. Llevan un año y les queda otro. Pasé la noche con ellos y por la mañana nos despedimos. Cruzé la frontera temprano y me dirigí hacia Ijevan. Fue un día bastante exigente, hacia mucho calor y tuve que subir dos puertos largos, al final del día acumulé casi 1800 metros subidos, para mi es demasiado. Llegué reventado a Ijevan, supongo que el hombre que  me llamó para invitarme a un café lo notó. Donde vas a dormir??? No se, a las afueras del pueblo. No no, quedate aquí y duermes en la cafetería. Al día siguiente me dirigí a Kalavan, que era el pueblo más cercano al Rainbow. El encuentro era en lo  alto de una colina, tuve que empujar la bicicleta más de una hora para poder llegar. Antes de llegar me cruzé con dos que iban a comprar al pueblo.  Se te ve cansado, me dijeron, si quieres deja la bicleta aquí y cuando subamos la empujamos nosotros. Muchas gracias, pero debo de hacerlo yo. 30 metros después había un cartel Welcome Home. Estuve cuatro días. Pensaba que estarían fumando porros y bebiendo todo el día, pero no estaba permitido. Tranquilidad absoluta. Me levantaba temprano, sobre las 7, desayunaba y me ponía a leer. Sobre las 9 se despertaban mis vecinos así que desayunaba otra vez y bebía te con ellos. Sobre las 12 bajaba a la "cocina" para ayudar. Se comía y cenaba todos juntos. Alrededor del fuego. Primero se cantaban unas canciones todos juntos de la mano, en corro. Después los voluntarios servían la comida al resto. Por la tarde había una especia de taller, donde podías compartir tus habilidades o conocimientos con el resto. El día de luna llena era el gran día. Se hizo una hoguera enorme. Por la noche con el fuego de la hoguera y la música del violín, clarinete, guitarra y tambores la gente bailaba. Nunca vi fuego más bonito que ese, en lo alto de una montaña con la luna llena de fondo, y tampoco he visto bailes más bellos de los que vi ahí. Dejé a los hippies y me fui a Vanadzor, creyendo que ya tendría el número de referencia, pero no. Camino de Vanadzor vi una señal que hacia referencia a la ruta de la seda. Estuve dos días en Vanadzor, con Ania, al tercero fui a Alaverdi, donde estuve cuatro días con la compañía de Anna y Maria. Bonito entorno el de este pueblo que esta metido en un cañón. De Alaverdi he vuelto a Geoegia. Curioso que nada más cruzar la frontera me volvieron a ofrecer alcohol, ni si quiera paré. Pedí a un hombre si podía plantar la tienda de campaña en su parcela, me dijo que tenía que dormir dentro, en su casa, que si no Alá le castigaría. Ahora ando otra vez en Tbilisi donde sigo sin tener el maldito número, lo cuál me hace pensar en buscar otra alternativa o vovler a casa.
Saludos!!!








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