viernes, 28 de agosto de 2015

Día 145

En Hamadan pasé dos días descanso, pues el aire me había dejado machacado. De Hamadan me dirigí a Malayer donde pasé la noche en un parque. Un hombre me dió su dirección para cuando pasara por su ciudad lo llamara y me quedara en su casa. Así lo hice cuando llegué a Golpayegan. Me vino a recoger y luego estuvo todo el día pendiente de que no me faltara de nada. De Golpayegan a Damaneh la carretera subía suavemente, hasta alcanzar casi los 2800 metros, algo que no me esperaba. Luego hasta Isfahan bajada larga y suave, del 1℅, pero que gracias al aire costó trabajo. En Isfahan pasé tres días recorriendo mezquitas, a cuál más bonita, y cada dos por tres aparecía en la plaza de Naghsh-e-Jahan. Sin duda la plaza más bonita que he visto en mi vida. Es una preciosidad. Cambié la bici por un autobús y fui a ver Yazd, muy bonita también. La parte vieja de la ciudad con sus paredes de adobe, también tiene la mezquita con los minaretes más altos del mundo, 48 metros si no recuerdo mal. Y la puesta de sol desde las torres del silencio fue espectacular. También amplié la visa 15 días más. De Yazd fui a Shiraz, donde estuve tres días visitando más mezquitas, las más bonitas que he visto por dentro. A veces me daban ganas de rezar sólo para permanecer más tiempo dentro. En Shiraz contraté un tour para visitar Persépolis, Necrópolis y Pasargard y poder entenrarme de cosas que sí vas por tu cuenta no te enteras. El tour incluía una comida tradicional en una casa tradicional iraní, ahí me di cuenta de lo mucho que he aprendido de la cultura iraní viajando en bici y de lo poco que se entera un turista que va de ciudad en ciudad, de monumento en monumento echando fotos para subirlas a facebook. Era una comida simple, de los más típico que encuentras en Irán, y no lo sabían, ni si quiera sabían como bebé la gente el té a aquí. En Shiraz también conocí a un chico de Singapur, que casualidades de la vida conocía a un chico con Danés con el que estuve en el Rainbow Gathering. El viaja andando la mayor parte del tiempo, y en coche cuando alguien le ofrece llevarlo, nunca lo pide, sólo acepta el viaje si se lo ofrecen. Con el tuve una de las charlas más interesantes que jamás he tenido. Al día siguiente conocí a en el mismo hostel a una pareja de Nueva Zelanda. Con sus 60 años van viajando en bici desde U.K hasta Singapur. Son de esas personas que cuando hablan, sólo puedes hacer más que escuchar y disfrutar de la sabiduría que da toda una vida de viajes en bicicleta.
 De Shiraz he vuelto a Isfahan, donde me he reencontrado con mi bici y donde mañana, juntos de nuevo partiremos hacia Teheran, por una carretera pegada al desierto, para poner punto y final a este viaje.
Saludos a todos y lo siento, pero no puedo subir fotos.










No hay comentarios:

Publicar un comentario